martes, 30 de septiembre de 2008

Contagio



Una mañana desperté y tu estabas a mi lado con la quietud que nunca tuviste, soñando cosas que quien sabe, pero con un rostro de felicidad que solo en ti se puede expresar.

Un dulce momento estoy viviendo a tu lado que ya ha durado años y seguirá durando como el amor que siento por ti, revivo mis sueños y fantasías a cada instante en tu presencia.

Hay tanto que decirte y no encuentro la manera de comenzar a explicarte esto que parece mariposa en mi estomago, tambor en mi corazón, sueño en mi mente, es un torbellino que viaja como cometa dejando la cola como destello de sentimientos.

Eres como la suave brisa del mar, que viaja con el vaivén de las olas, el calor de la playa desierta en pleno verano relajándome y haciéndome olvidar el largo vaivén de mi existencia sin tu ser siempre a mi lado.

Porque estas tan lejos de mi existencia, donde te encuentro, no tengo nada y no soy nadie sin ti esta soledad es contagiosa, barbara sensación de quietud, descansare mi alma agitada por el vaivén de la vida, el exceso de equipaje emocional me esta matando, no lo soporto ni un instante mas.
Hola de nuevo, aquí estoy dando vuelta a mi nueva hoja de vida y sigues ahí en tu lugar, necesito de tu calor para poder encender este corazón cansado viejo y usado que ya no vive sin ti

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