Es el momento justo para describirte un beso, una caricia, una señal de nuestro delirio; llenarme de tu aroma para inspirarme en todo tu ser, plasmarlo en poesía, placer o delirio, simplemente la mezcla de todo en tu piel, en tu ser, en mi deseo recorriendo tus caderas, tus senos, tus curvas.
Muestras de mi apego a tu ser, haciendo al vaivén de tus caderas, en la envestida mas deliciosa del recuerdo, el instante justo cuando mis sentidos nuevamente se hacen a tu sabor, aroma, sensibilidad y deseo, placer que me inunda tu sensualidad, poder que tienes sobre mi sexualidad.
Me gustaría describirte con las yemas de los dedos sobre tu piel húmeda, hacer llegar esas palabras que mi pasión evocas, sentirte sintiéndome, llegar a tus intimidades con el placer en la mano, con el deseo en los dedos, la lujuria en los labios, tu en mi ser, saliendo de lo mas profundo de mi delirio posándose una y mil veces en ti.
Solo puedo escribirte mediante estas palabras toscas, queriendo llegar a donde estas, a donde no puedo llegar, a sentir el latir de tu corazón, tus gemidos desencadenados luego de que tu respiración se agite, leyéndome, escuchándome amarte, haciéndome uno en tu piel como tu lo haces con mi corazón y mi ser, penetrar hasta lo mas intimo de mi ser para satisfacerte mi amada.
Desearía ser la ropa que te cubre, sostener tus cantaros de miel, ajustarme a tu cintura, ceñirme a tu piernas, apretarme a tu espalda, rodearte, entremezclarme con tu sudor, enredarme con tus cabellos, transpirar en ti, sellarme en tu respiración, fundirme en tus días piel a piel.
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